"Ha vuelto".
The
Ring fue una película muy importante para el género del terror, revitalizando
un género que tiene que estar en constante evolución para conseguir su objetivo
de sorprender y asustar al espectador. Además, fue un éxito comercial, por lo
que es normal que DreamWorks Pictures se interesara por expandir la historia y
sacarle el máximo partido al concepto.
Con
esta idea llegó el cortometraje titulado Rings, estrenado en 2005. En él se
mostraba la idea de que la cinta de video había creado una especie de secta compuesta
por personas que, tras verla, jugaban a ver quién aguantaba más sin pasarle la
maldición a otro. El cortometraje resulta ser muy divertido e interesante,
generando incluso más tensión que The Ring. Sus eventos conectan directamente con el comienzo de The Ring 2, estrenada ese mismo año. Y
lamentablemente, la secuela no se acerca a la calidad que tenían tanto The
Ring, como el cortometraje Rings.
"¿Alguna vez has visto algo tan espeluznante que tan sólo... tenías que enseñárselo a otra persona?"
La
película comienza, nuevamente, con un prólogo con personajes diferentes a los
protagonistas. En este prólogo tenemos a Jake, un estudiante miembro de la
secta introducida en Rings, cuya semana de vida está llegando a su fin, y por
tanto, debe pasarle la maldición de la cinta a otra persona. Para ello, elige a
Emily, una chica de su instituto que se siente atraída por él, y que está
interpretada por Emily VanCamp, más tarde conocida por protagonizar la serie
Revenge, o por aparecer en el Marvel Cinematic Universe en el papel de Sharon
Carter, personaje relacionado con el Capitán América. Sin embargo, Emily se
tapa los ojos en el último momento, y como no ha terminado de ver la cinta,
Samara termina llevándose al pobre Jake.
Es
un prólogo predecible y poco original, como ya viene siendo costumbre en la
saga. Después vemos cómo Rachel y Aidan tratan de pasar página mudándose
a otra ciudad (Astoria, Oregón). Rachel comienza a investigar un posible
asesinato que ha ocurrido en la ciudad, sólo para darse cuenta de que la
maldición de Samara (casualmente) ha llegado a Astoria, y que ésta quiere
poseer el cuerpo de Aidan para volver al mundo de los vivos y volver a tener
una madre que la quiera. La verdad es que me cuesta escribir un resumen de la
historia de The Ring 2, ya que ésta no tiene mucho sentido.
Ehren
Kruger regresa para escribir el guión de esta segunda parte. Mientras que el
guión de The Ring era prácticamente un calco del de la película de 1998, con
algún que otro cambio en la historia y en los personajes, el guión de The Ring
2 es una historia completamente nueva. Y aunque esto podría querer decir que el
guionista tiene más libertad para crear y desarrollar su historia, Kruger se
supera… para peor. Nos regala una colección de escenas cada cuál más absurda
que la anterior, haciendo que me cueste entender cómo permitieron avanzar la
producción de la película con un guión tan débil y poco trabajado. Nuevamente
caemos en lo predecible y en lo esperado, en diálogos flojos, y en personajes
estúpidos que nunca llegan a caernos bien. La interesante trama de la cinta de
video maldita desaparece por completo de un guión que podría no llevar el
título de “The Ring”, y nadie lo notaría.
Lo
único que me gustó de este guión respecto al de la película anterior fue su
mayor uso del personaje de Samara Morgan. Como ya conté en su reseña
correspondiente, me pareció una pena que The Ring utilizara tan poco a Samara. Al menos en The Ring 2 llegamos a verla más y conocer cosas nuevas sobre
ella, aunque la mayoría de preguntas que quedaban abiertas en la primera
película, siguen sin responder en ésta.
"Los muertos no duermen".
Hideo
Nakata, director de la película japonesa original, sustituyó a Gore Verbinski
como director de The Ring 2. Su trabajo de dirección carece de frescura e
innovación y pese a sus esfuerzos, la película jamás consigue despegar. Los
planos agobiantes y los filtros azulados que utilizaba Verbinski (algunos de
los aspectos más característicos y destacados de The Ring) son sustituidos por
un estilo barato y de escasa calidad que está lejos de los mejores trabajos de
Nakata como director. Visualmente, la película no destaca por nada, salvo por
los planos largos que utiliza Nakata para introducir o establecer escenas. Pasé
casi toda la película lamentándome por ver a un Nakata tan poco inspirado, y
echando de menos el estilo visual de The Ring.
No
entiendo cómo un director tan experimentado en el género como Hideo Nakata
permitió que una escena tan ridícula como la escena en la que Rachel y Aidan
son atacados por unos ciervos hechos por ordenador con apariencia de videojuego
de PlayStation 2 consiguiera llegar a salir en el montaje final. Además de
ridícula, se trata de una escena que no aporta nada a la película; todavía sigo
intentando encontrarle el sentido. En general, el uso de los efectos generados
por ordenador es terrible, ya que a la ya mencionada escena de los ciervos hay
que añadirle otras escenas, como la de Samara escalando el pozo en la parte
final, o la del agua que sale de la televisión (en vez de agua parece tinta
negra).
El
montaje corre a cargo de Michael N. Knue, y pierde otra de las características
de The Ring, los repentinos cortes hacia imágenes perturbadoras. En esta
ocasión, el montaje no contribuye a generar sensación de terror. El ritmo de la
película vuelve a ser lento, y en ocasiones llega a aburrir, ya que nunca pasa
nada sorprendente.
"El miedo vuelve a dar señales".
En
el reparto tenemos a Naomi Watts y David Dorfman retomando sus papeles de The
Ring. De nuevo, Watts se ve perjudicada por un guión que descuida el desarrollo
de su personaje, y no le permite destacar. Dorfman llega a volverse
insoportable en el papel del pequeño Aidan, que comienza a ser poseído por el
espíritu de Samara. Vaya, qué original. También regresa Daveigh Chase como
Samara, con una mayor presencia que, lamentablemente, no contribuye a que la
película genere más terror.
Simon
Baker (El Mentalista) llega como gran fichaje para esta segunda parte,
interpretando en esencia al mismo tipo de personaje que interpretaba Martin
Henderson en The Ring. Incluso sufren el mismo destino. Como actor, prefiero a
Baker que a Henderson, pero el papel de Baker es tan irrelevante que nunca
llegas a conectar con él. Me pareció curioso el cameo de Sissy Spacek como
Evelyn, madre biológica de Samara. Spacek ha conseguido ser un mito del terror
con su papel en Carrie, de Brian De Palma, por la que llegó a conseguir incluso
una nominación al Oscar.
Para
componer la banda sonora, regresa Hans Zimmer. En este caso, Zimmer entrega una
banda sonora olvidable que nunca llega a destacar como lo hacía en la primera
entrega. Me cuesta creer que un compositor de tanto prestigio haya hecho una
banda sonora tan mediocre.
"Dejaste entrar a los muertos".
Recordaré
The Ring 2 como un filme que intenta tomarse en serio a sí mismo, pero jamás
toma en serio al espectador. Un desperdicio de talento y recursos que todavía
va a dar lugar a una tercera parte, titulada Rings, como el cortometraje de
2005). Va dirigida por el español F. Javier Guitérrez, y tiene previsto su
estreno en un par de meses. Le deseo suerte, pues el tráiler pinta interesante
y la premisa me atrae. Desde luego, lo tiene muy fácil para superar a The Ring
2.
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